Turismo Alternativo - Park Fiction

bellos atardeceres en un parque tan jodidamente feo que te encantará

Esta pesadilla arquitectónica se encuentra a medio camino entre la Reeperbahn y el Fisch Markt. Para llegar hasta el, tendrás que caminar por callejuelas poco iluminadas y plagadas de tíos ofreciéndote hierba. No te asustes, estamos en Alemania y nada sucederá.

Conviene también comprar un par de cervezas en los pocos quioscos que te encuentres por el camino, porque si el día es bonito, valdrá la pena brindar con una rubia mientras el sol se pone.

¿Por qué debería verlo?

Porque este es uno de los pocos lugares en Hamburgo en donde se respira un ambiente propio de Berlin, es decir, un lugar relajado y tranquilo, donde sentarte en la hierba, beber cerveza y tal vez fumar algún cigarrillo de la risa.

 

Si bien es un lugar pequeño, la forma en la que han colocado el césped- totalmente lisérgica- hace que muchas personas puedan estar allí sentados charlando. Además también dispone de una pequeña cancha de baloncesto bastante disputada durante los días de verano.

 

Mi teoría personal es que le han puesto el nombre como burla. Parodia. Por lo feo que es, ya que después de todo no deja de ser una rotonda elevada en cuya cima hay una palmera de metal y  una estructura de cemento con forma ondulada. Así que no. No es un parque. Es un parque de mentira. Un parque de ficción, el Park Fiktion. 


Aquí también es frecuente encontrarte con pequeñas recogidas de firmas para actos benéficos: Ayuda a los inmigrantes, peticiones para cerrar Monsanto o alertando de esa clase de catástrofes que pasan a millones de kilómetros de tu casa.

¿Cuándo ir a esta preciosa abominación de parque?

Al ser un lugar abierto y considerando que el clima de Hamburgo es una porquería, solo es una buena idea ir a echar una cerveza allí durante la primavera y el verano. Sin embargo, existen fechas en las que este sitio lo peta.

 

Eventos como el Hafengeburtstag, lo convierten en uno de los mejores lugares tanto para ver los fuegos artificiales, como por las bonitas vistas de la Elbphilarmonie o incluso las grúas del puerto totalmente iluminadas.

 

Además, los alrededores también disponen de pequeños tesoros, un ejemplo es el Kombüse y su deliciosa comida mexicana. Que nadie piense que este es un restaurante de plato. Todo lo contrario. Es una cantina Mexicana en donde los burritos son del tamaño del brazo de un bebé por un precio justo. Eso sí, ve con paciencia, pues los tíos se toman la vida con filosofía.

 

Otras de las opciones es conocer el emblemático bar Pudel, pequeño emblema de la música electrónica de Hamburgo. Únicamente lo he visto una vez y su aspecto es el de una reunión de politoxicómanos, aunque para gustos, colores ;-)

 

Para los fumadores de psicotrópicos, este es un parque en donde podrán ejercitar sus hobbies sin temor a ser arrestados o perseguidos. Existe una pequeña tolerancia de la policía tanto en este parque como en los alrededores.